El mejor momento del día para hacer ejercicio es el que mejor te venga a ti. Los estudios van y vienen sobre este tema y el ejercicio es beneficioso tanto si lo practicas por la mañana y como si lo haces por la tarde. En última instancia, todo se reduce a las preferencias personales y el estilo de vida que lleve cada uno. Escoge un momento del día que te ayude a convertir el deporte en una parte regular y constante de tu rutina diaria. A continuación, te explicamos el motivo:
Todo es cuestión de encontrar tu ritmo
¿Te has preguntado alguna vez por qué hay personas a las que les gustan las mañanas y otras a las que no? Tiene bastante que ver con el reloj interno de tu cuerpo, o tus ritmos circadianos. Los ritmos circadianos son un ciclo diario de los ciclos de sueño y vigilia. Es el ciclo que regula los cambios físicos, mentales y de comportamiento dentro de un período de 24 horas. La temperatura corporal, la presión sanguínea y el metabolismo son algunos de los procesos fisiológicos que pueden verse afectados por el reloj interno de tu cuerpo. Estos ritmos responden a los cambios en el entorno y se pueden ajustar y reajustar. Los cambios en el entorno que pueden afectar a los ritmos circadianos son la claridad y la oscuridad, las temperaturas dentro del entorno, la luz artificial, el uso del despertador para despertarse, el horario de las comidas y la hora del día en la que se practica ejercicio. Tu reloj personal puede tener algo que ves con la hora del día a la que prefieras hacer ejercicio.
Es pan comido: Tienes que hacer ejercicio por la mañana. Las investigaciones dicen que aquellas personas que hacen ejercicio por las mañanas tienden a ser más consistentes con su rutina de ejercicios. La idea es que realizarás tu entrenamiento antes de que cualquier evento o distracción del día puedan interferir en el mismo.
Las personas que hacen ejercicio por la mañana temprano, por lo general, piensan que pueden gestionar mejor su tiempo y se sienten con más energía durante todo el día. Si haces ejercicio por la mañana, asegúrate de dedicarle un poco más de tiempo al calentamiento para conseguir una temperatura corporal elevada y calentar los músculos.