Piensa en ello como el enfoque de la “zanahoria” para una dieta saludable, en vez de como el enfoque de “adhesión” (siempre y cuando te gusten las zanahorias). Una investigación reciente publicada en la revista Psicología y Marketing ha comprobado que las personas que se centran en el consumo de alimentos saludables que realmente les gustan (mmm aguacates y sandía) tienen más éxito a la hora de renovar sus patrones de alimentación que aquellas personas que se limitan a evitar los platos poco saludables que les encantan (beicon frito y una buena pringá de puchero).
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Los investigadores han trabajado en el supuesto de que las personas con un “autocontrol” alto toman mejores decisiones que las personas con poco autocontrol. En este contexto, el autocontrol significa cómo es una persona de impulsiva y qué capacidad tiene para retrasar una gratificación inmediata para así poder conseguir objetivos futuros.
El estudio consistió en dos experimentos independientes. En el primero, se dividió a 176 estudiantes en dos grupos. Los integrantes de un equipo crearon una lista de alimentos que pensaban que eran buenos para hacer dieta. El otro equipo hizo una lista de los alimentos que consideraban malos para hacer dieta. A continuación, calificaron cuánto les gustaba cada elemento de sus listas. Los investigadores también evaluaron donde podía situarte cada uno de los participantes en una escala aceptada de autocontrol.
Tal y como se predijo, las personas con mayor autocontrol eran más propensas a incluir comidas que les gustaban en la columna de alimentos sanos, y los alimentos que no les gustaban terminaron en la categoría de “alimentos que evitar”. Con las personas de bajo autocontrol ocurrió todo lo contrario: Incluyeron alimentos que les gustaban en la columna de “no comer” y alimentos que no les gustaban en la columna de “comer”.
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El segundo estudio, en el que participaron 200 estudiantes universitarios, confirmó estos resultados y además se descubrió un dato más: Se les dio a los participantes una lista de 16 aperitivos, algunos saludables y otros no. A continuación, se les pidió que hicieran una lista con sus cinco opciones preferidas. Las personas que se habían centrado en evitar los alimentos que les gustaban tendían a elegir los aperitivos menos saludables. Por el contrario, aquellas personas que se habían centrado en comer alimentos saludables que les gustaban, seleccionaron los aperitivos más saludables.