La motivación está a menudo en su punto álgido cuando tocan las campanadas en Nochevieja pero, cuando enero ha llegado y ya se ha ido, aquellos propósitos tan valientes pueden haberse desvanecido en el aire también.
Tener una visión
Tú eres el gobernante de tu propio destino. Por lo tanto, lo primero es lo primero, tómate tu tiempo para pensar en qué quieres de la vida. “Una tabla de visión es una gran manera de comprender lo que realmente queremos de la vida. Recoge fotografías, dibujos y palabras de periódicos, revistas e internet. Todo lo que recojas debe representar tu vida perfecta y la forma en que quieres ser como persona. Verás de forma mucho más clara donde quieres estar en tu vida. Además, cuando tu vida de ensueño está ante ti, puede que incluso te sorprendas de lo fácil que es lograrla”.
Actúa rápidamente
Si estás preparado para realizar un cambio en tu vida, no esperes a mañana; ahora es el momento de marcar una diferencia real. Pero recuerda, tu vida no se transformará de golpe de la noche a la mañana: hacer cambios requiere de tiempo y compromiso. “Coge una hoja de papel A4 y escribe estos cuatro títulos: mi objetivo en un mes; mi objetivo en tres meses; mi objetivo en seis meses, mi objetivo en un año. Entonces debes recorrer cada título y anotar debajo lo que te gustaría conseguir en estos hitos. Intenta que estos objetivos sean medibles”.
Mantén tu vista en el premio
Tu mentalidad es de vital importancia cuando hablamos de éxito. Y eso viene en base a la mentalidad que cultivas. “¿Eres alguien que acepta que eres tú el único responsable, o culpas y encuentras excusas rápidamente? Teniendo una mentalidad de éxito, te estás comprometiendo a ser la mejor versión de ti mismo posible, y a ser lo suficientemente humilde para aprender y desarrollarte mediante la nutrición de tu mente”.